La enfermedad periodontal, también conocida como “piorrea”, es una enfermedad crónica que afecta a los tejidos que rodean a los dientes (periodontitis). Afecta a una gran mayoría de la población, siendo esta desconocida por muchos, ya que es un proceso indoloro cuya primera manifestación clínica suele ser la inflamación y sangrado de las encías (gingivitis). Suele producirse en personas que han descuidado su higiene bucal, pero también hay un elevado factor genético y hereditario. Las visitas periódicas y la exploración adecuada son determinantes para la detección de la misma y la prevención de los efectos que produce: recesión gingival, pérdida de inserción, movilidad, mal aliento, pérdida de hueso, así como la pérdida de las piezas…
Con el tratamiento periodontal (raspados o curetajes) lo que intentamos es detener la enfermedad evitando así que ésta avance. Dicho tratamiento permite mejorar el estado de los tejidos blandos eliminado los factores etiológicos como el sarro subgingival de una forma mecánica (raspado y alisado radicular) y otra química mediante el uso de colutorios específicos.
En algunos casos hay que dar un paso más recurriendo a la cirugía periodontal, pretendiendo acceder a toda la superficie de la raíz para eliminar los tejido infectados y las bolsas periodontales con una visualización directa de la zona.
Después de ambos tratamientos insistimos en la importancia de acudir a revisiones periodontales cada 3-6 meses, dependiendo del caso de cada paciente, así como de realizar mantenimientos para evitar que la enfermedad se active de nuevo.